tengo una pena clavada en el pecho, tengo un adiós que no quiere salir, que no puede dejarte ir, y lloro abrazada al dolor, ese que un día supiste curar...
el destino, maldito ladrón de ilusiones y sueños quiere llevarte lejos, lejos donde mis ojos no puedan tocar los matices de tus pupilas. Y lloro, lloro en silencio para que no decaigas. Sé que tu partida nos afecta a los dos y que afuera parece que la tormenta nos tapara el sol.
Pero tranquilos. todo se vá, menos el amor.
(amigo Fede, siempre tendrás tu lugar en mi corazón)