sábado

Dedos de carbón para rayar la vida

Deseo tener dedos de carbón, para escribir sobre las paredes, cuando las palabras me atormentan, de día o de noche nunca me dejan en paz...
me buscan, seducen, acorralan, enloquecen, saben que deben partir mi sien, con granitos de pólvora creadora y encontrarme en cada átomo, de la incorruptible idea. Dedos de carbón, para atrapar las musas insolentes, que me doblegan, y me hacen:
crear
inflar
soplar,
silbar,
vomitar,
babear
estampar el grito de la poesía,
¡ay criaturas indomables!,
es la mente la infinita,
sólo mis lápices,
¡nunca están donde deben!