Te daré mi mano y veremos
este amanecer de nuevos tiempos.
Lo nuevo y lo viejo es como el cielo,
siempre estuvo allí, no tiene tiempo.
Amistad y amor son siempre buenos,
si en la comprensión somos sinceros.
Quiero encontrarme alguna vez,
para preguntarme lo que sé.
Y vivir dentro de mí
sin buscar ni perseguir.
Sin dudar en el timón,
navegar en la razón.
Mi rumbo al fin
será el amor.